Nuestro Sol no es así, pero hay algo que sucede todo el tiempo. Aún no lo hemos descubierto. Los científicos han creído durante mucho tiempo que, además de las clásicas erupciones solares, que casi todo el mundo conoce íntimamente, las llamadas nanoflares también disparan al Sol.
Las nano erupciones deberían ser realmente pequeñas. Aproximadamente mil millones de veces más pequeñas que las erupciones estándar. Su predicción fue desarrollada hace décadas por el astrofísico estadounidense Eugene Parker, por quien ahora se llama sonda solar Parker, en ese momento en el camino hacia el Sol. Según él, las nanoerupciones representan una solución a uno de los mayores misterios que aún está ligado al Sol.
El caso es que la corona solar, la enorme nube de plasma que rodea al Sol, es extremadamente caliente. Mucho más caliente que, por ejemplo, la superficie del Sol. La temperatura de la corona alcanza de 1 a 6 millones de Kelvin. Este misterio ha estado sucediendo durante mucho tiempo. Y, sin embargo, nadie en el Sol ha descubierto nanoerupciones que puedan explicarlo.
Búsqueda extremadamente difícil
¿Cómo? ‘O’ ¿Qué el dice Jefe del equipo de investigación de Shah Bahauddin en la Universidad Americana de Colorado en Boulder, el nanorash es extremadamente difícil de observar. Nuestros observatorios e instrumentos solo recientemente han logrado un rendimiento suficiente para poder, al menos en teoría, detectar nanoerupciones. También sabemos aproximadamente cómo deberían ser esas nano erupciones.
La nanoerupción debe tener dos características principales. Esto debería suceder durante una reconexión abrupta y repentina de reconexiones magnéticas, al igual que ocurren las llamaradas estándar en el Sol.
Al mismo tiempo, también debería calentar la corona, que se encuentra a miles de kilómetros por encima del sitio de la nanoerupción, con la energía liberada. Otros fenómenos solares solo calientan su entorno inmediato.
Bahauddin y sus colegas encontraron diez casos en los que se formó un bucle de plasma claro pero muy pequeño en el Sol. Estos bucles tienen un diámetro de unos 100 kilómetros, que en realidad es muy pequeño al sol.
Al mismo tiempo, apareció una zona muy caliente sobre ellos en la corona. Bahauddin tiene cuidado de no decir que es una nanoerupción. Este es un fenómeno descubierto recientemente y deberá estudiarse a fondo. Ya están trabajando en ello con colegas.
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